domingo, 8 de agosto de 2010

Sobre nuestro potencial para vivir la vida que queremos vivir

¿Qué me hace feliz? ¿Quién me hace feliz? ¿Qué situaciones en la vida me permiten estar bien, fluir con naturalidad y sentirme plen@? Simples preguntas con respuestas complejas que nos puede tomar una vida para responder.
Lo que pasa es que todos@s tenemos obstáculos muy reales para poder llegar a estas respuestas y vivir nuestra vida en coherencia con ellas. Estos obstáculos están siempre relacionados con emociones que nos han marcado a lo largo de la vida. Eventos, pensamientos y momentos que nos han dejado una marca tanto en la mente, en la memoria -algunas veces inconsciente- pero siempre conectada de alguna manera a nuestro cuerpo, guardada en la infinita memoria celular del universo que es nuestro propio cuerpo. Especialmente las emociones dolorosas son aquellas que pasan a los confines del olvido, pero no dejan de tener sus efectos en nuestras percepciones, nuestras decisiones, nuestro comportamiento y hasta en nuestra salud.
Lo importante es que tod@s tenemos un gran potencial para cambiar nuestra vida (incluyendo percepciones, decisiones, comportamiento, salud... ¡todo!). Los estudios neuro-científicos más recientes han descubierto los mecanismos que conectan nuestras emociones y pensamientos con nuestra realidad más material: el cuerpo. Sabemos entonces que cómo nos sentimos y cómo pensamos -nuestro estado emocional- puede impactar la actividad de las células, dejando marcas, pero también borrándolas ... dejando nuevas marcas intencionales. Esto es lo que hacen algunas terapias, ayudarnos a liberarnos de las viejas marcas para crear nuevas, mejores.
¡Lo que se necesita es querer! ¡Así, fácil! Querer implica intención y atención. Cuando enfoco mi atención hacia aquello que quiero cambiar, mover, desarrollar, me doy cuenta de que tengo un potencial gigantesco para definir mi propia realidad, expandir mi visión y ser flexible a las infinitas posibilidades que tengo para construir mi propia historia y vivir la vida que quiero vivir.

sábado, 6 de febrero de 2010

El rol social de las organizaciones

Hoy las organizaciones son las nuevas comunidades humanas. Los lazos sociales han cambiado, ya no dependen de un territorio gracias a la tecnología, y se definen por el mercado (somos consumidores), por el trabajo (somos empleados) y por ser miembros de una familia.

Entonces, hoy la comunidad la ofrece la empresa. Y precisamente, lo que hace eficaz a cualquier empresa es su conciencia de organización social, es decir, su conciencia de ser un espacio donde se vehiculan y se viven los valores de una comunidad de personas: accionistas, empleados, proveedores, clientes.

Los líderes deben equilibrar los intereses financieros de los accionistas con los intereses éticos de los empleados; y recordar que la empresa es una organización humana, donde todos debemos ocuparnos juntos de los asuntos que nos afectan.

jueves, 21 de enero de 2010

"Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando, también nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa. Ya verás lo que ocurre a continuación."-- Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola.